Éste es el hombre que quiere vendernos altavoces de 2.000 dólares
Puede que conozcas a Devialet como una empresa que vende altavoces premium por 2.000 euros/dólares y en la que han invertido Renault, Foxxconn o Roc Nation (Jay Z). También puede ser la primera vez que escuches su nombre.
Sea como sea, es la startup francesa que más inversiones ha recibido hasta la fecha (con la de 100 millones de euros de noviembre de 2016 ya suman 140 millones de amor financiero) y también con un mensaje muy ambicioso: «Devialet es la compañía más innovadora en el mercado de audio». Así nos lo resumía Pierre-Emmanuel Calmel, uno de los tres socios fundadores de la firma e inventor de varias de las tecnologías propietarias que usan sus productos.
¿Será parte del humo que suele rodear al ecosistema emprendedor o, como algún medio ya ha citado, la nueva «Dolby del futuro»?
Todo dispositivo puede sonar mejor
Cuando a Pierre-Emmanuel le pido que me resuma en muy pocas palabras lo que es Devialet, aparte de decirme que es la empresa más innovadora del mercado del audio, sonríe y concluye: «Nuestro objetivo es dar una experiencia de la vida real del sonido a todo el mundo». ¿Perdón? ¿Puedes desarrollar esto un poco más?, le respondo. Vuelve a sonreír y contesta:
Nuestra tecnología es una especie de caja de herramientas en la que tenemos tecnología de amplificación, de hardware, de procesamiento de audio, de acústica. Podemos señalar una tecnología de esas dependiendo de la necesidad de los diferentes mercados y, simplemente, hacer que un dispositivo suene mejor, sea un teléfono, una tablet, un coche o un altavoz.
Cuando pone la metáfora de la caja de herramientas se refiere a las más de 100 patentes de códecs y tecnologías de audio que han registrado hasta la fecha. ¿Más de 100 patentes para sólo unos altavoces? De hecho, aparte de varios sistemas de amplificación, el catálogo de productos de Devialet se limita a tres modelos de altavoces inalámbricos: Phantom Gold (desde 2590 euros), Phantom Silver (desde 1999 euros) y Phantom (desde 1690 euros).
¿Qué hace que estos altavoces sean especiales (y caros)? Efectivamente, esas patentes y tecnologías propias de las que presumen:
Tenemos un montón de tecnología propietaria dentro de nuestros productos. No es un mensaje de marketing. Empezamos con la tecnología ADH (Analog Digital Hybrid) como la principal base de Devialet en 2010. Pusimos esta tecnología en un chipset, algo que era obligatorio si queríamos diseñar un producto como el Phantom. Para no extenderme demasiado, diré que tenemos tecnologías que otros altavoces no pueden conseguir porque son propias. Por ejemplo, ADH tiene una impedancia muy baja, es menos de 10 microohms, lo que nos permite ahorrar mucha energía y ser más eficientes.
¿Tecnología revolucionaria?
Pierre-Emmanuel puso un único requisito para hablar conmigo: que antes de nuestra conversación escuchara cómo suenan los Phantom. Para ello, llegan a acuerdos con diferentes socios y crean lo que denominan immersive rooms (salas inmersivas). En España el distribuidor de la marca es Sarte y se vende en El Corte Inglés y tiendas Apple. Una de estas salas inmersivas está en un céntrico Corte Inglés de Madrid (aunque no tiene nada especial, es una sala aislada con decoración de salón acogedor y un sofá para sentarse y escuchar).
Escuché diferentes tipos de música (clásica, ópera, rock, pop, R&B, dance…) y lo que más llama la atención es la calidad tan cristalina que ofrece. Aquí, lógicamente, depende de la grabación original. No suena igual de nítida una ópera grabada en los años 60 (que incluye ruido blanco, distorsiones y una mezcla sonora con tecnología de otros tiempos) que una canción pop hecha para sonar lo mejor posible y con volumen en cualquier parte.
Sin embargo, esa nitidez puede ser susceptible solo para oídos atentos o entrenados. ¿Hay algo más en lo que se aprecien esos varios miles de euros de inversión por altavoz? Sí, los graves. El sonido adquiere una profundidad tan grande que aprecias detalles en los que nunca antes habías reparado. Desde el deslizamiento de una mano por el mástil de una guitarra, pasando por una sección de cuerda dando un tímido acompañamiento a unos vientos hasta llegar a un bombo que suena mucho más compacto que nunca.
Que tenga buena respuesta en frecuencias bajas (hasta 14 Hz asegura Devialet en el caso del Phantom Gold) significa que tiene «espacio» para reproducir más riqueza de sonido, lo que se traduce en muchos más matices y un resultado muy realista. En términos de vídeo, es como pasar de HD a 4K directamente. Se nota mucho.
Algo que también me llamó la atención fue la potencia. Con 4.500 W de potencia máxima y un nivel de presión sonora de 108 dB SPL (a un metro de distancia), es un buen ejercicio subir el volumen para ver hasta dónde llega el punto de saturación. Al tener tanta potencia significa que no tienes que comprimir la dinámica del sonido y éste sí es un punto crítico de percepción de calidad.
Una vez más, aquí depende de la grabación original, pero pude comprobar que canciones de Daft Punk, Beyoncé o Dire Straits no saturaban a pesar de sonar a un volumen considerable para interiores (y desde Spotify, que no reproduce a alta resolución como Tidal, por ejemplo). Otras grabaciones más antiguas no saturaban, pero el nivel de ruido de la propia grabación hacía muy incómoda la escucha (aunque quizá los amantes del vinilo y su característico ruido lo disfruten mucho, sobre gustos…).
¿Cómo logran que no haya saturación? En palabras de Pierre:
Con nuestra tecnología ADH la distorsión es muy baja porque el amplificador analógico solo aporta una señal de las 1000 que usa el altavoz. La mayor parte de la energía del altavoz viene del amplificador digital. Además, nuestra tecnología se centra en evitar el clipping, que es horrible de escuchar.
Cuando le sigo preguntando por cuestiones técnicas, Pierre me interrumpe amablemente y me dice: «disculpa, pero no puedo explicarte todo, somos muy precavidos con los detalles que compartimos».
Run fast, never stop
Pierre es el inventor de la tecnología ADH que usa Devialet, ¿y no puede profundizar más en aspectos técnicos? Cuando le pregunto por qué, su respuesta sonó muy sincera:
Ahora estamos en el radar para nuestros competidores, así que seguro que están siguiendo de cerca lo que estamos haciendo y preparando algún tipo de ‘reverse engineering’ de nuestros productos. Por eso es muy importante que nos protejamos. Para ello tenemos secretos, no explicamos todo, y tenemos control total del proceso de fabricación de nuestros productos.
Considera competidores a marcas como Bose o B&O y su preocupación es que cualquiera de ellos pueda descifrar alguna de sus tecnologías propietarias. Es consciente de que, si algo funciona en la industria, acaba siendo adoptado por todos los actores y confiesa que, para ello, tienen un as bajo la manga: correr más rápido que los demás.
Tenemos la filosofía de ‘Run fast, never stop’. Si continuamos avanzando y desarrollando tecnología propia, le ponemos las cosas difíciles a la competencia. También está claro que no es lo mismo hacer productos disruptivos que unos que son copias de los que ya hay.
Futuro: auriculares, coches y productos más baratos
Presintiendo una nueva negación diplomática, le hice la siguiente pregunta: ¿veremos pronto unos auriculares Devialet con vuestra tecnología propia? Su respuesta aludió al iPhone y la supresión del mini jack para moverse a una conectividad digital y me dejó caer que tendrían mucho que aportar en «procesamiento de señal, amplificación y acústica para producir unos auriculares de muy alto nivel». Eso sí, me advirtió que no es algo que vayan a hacer pronto. «Estamos esperando a ver si los teléfonos Android se mueven en la misma dirección».
Si Renault está involucrado en Devialet, ¿significa que están desarrollando tecnologías de audio para coches? Me respondió que sí y me dio una clave: el espacio. «Podemos mejorar la calidad de audio en el coche sin tener que ocupar tanto espacio». Y hasta ahí pudo contarme.
Sin embargo, si Devialet tiene la aspiración de ser una marca global y que sus productos se usen masivamente, ¿no deberían bajar el precio de sus productos?
La gama Expertos que lanzamos en 2013 costaba 5.000 dólares. Phantom empieza en 1.500 dólares. En 2013 sabíamos que con ese precio no podíamos llegar al público masivo, e incluso sabemos que con los 1.500 dólares de Phantom tampoco, pero estamos trabajando para hacer nuestra tecnología mejor y más barata, para tener productos más accesibles. No obstante, hace falta una gran inversión para hacer eso y lleva tiempo.
Para terminar, le pido a Pierre-Emmanuel que me haga una promesa sobre Devialet. No se lo pensó mucho: «En cinco años todo el mundo conocerá Devialet».
Nos vemos en cinco años.
En Xataka | ¿Qué tienen de revolucionarios los altavoces de Devialet para interesar a Renault, Foxconn o Jay Z?
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por
Cesar Muela
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