Empleabilidad y satisfacción laboral: A mayor formación, mejores perspectivas
Ocho de cada diez trabajadores con estudios superiores se muestra satisfecho con su trabajo. Son datos de un informe de Randstad que apunta que a mayor cualificación profesional mayores posibilidades de alcanzar la satisfacción con un empleo. El informe de la consultora refleja que en el último año se ha avanzado bastante en cuanto a satisfacción laboral: de 2014 a 2016 se ha incrementado en siete puntos la conformidad que se siente en relación al puesto de trabajo que ocupan.
El motivo más influyente, según el director de Relaciones Institucionales de Randstad, Luis Péres, sigue siendo el salario o las condiciones económicas. También se tiene en cuenta la seguridad a medio y largo plazo, el ambiente en la oficina agradable, tener proyección de futuro en el puesto y poder conciliar la vida personal y la profesional. Esto hace que a día de hoy el 77% de los profesionales en España se muestra feliz y contento en sus desempeños diarios.
Por edades, los trabajadores menores de 25 años son quienes muestran más satisfacción, Le siguen los ocupados de 25 a 45 años y los mayores de 45 años. Los españoles están cuatro puntos por encima de la media europea y superan a británicos, alemanes, belgas o franceses.
Otro estudio de EAE Business School, ‘La empleabilidad de la población cualificada 2017’, apunta en la dirección de las mayores –o menores– dificultades para encontrar trabajo. La tasa de ocupación de los universitarios y quienes han cursado algún posgraduado es un 30% superior que la que tienen aquellos con formación menor. El desempleo ha caído de manera importante en aquellos profesionales con títulos de postgrado y el desempleo de la población universitaria es del 11,15% en el caso de los universitarios y el 5% en la situación de los posgraduados.
David Fermosel, coautor del informe, destaca que España necesita una estrategia en materia de conocimiento para “escalar un peldaño” en este ámbito. Considera importante que las comunidades autónomas deben apoyar la transferencia universidad-empresa.
