5G: sigue la pelea por imponerse en un estándar que no se fijará hasta 2018
¿Cuánto tiempo llevamos hablando del 5G? En 2014 Samsung ya sacaba pecho de unas pruebas en las que habían alcanzado los 1,2 Gbps de bajada vía red móvil, aunque lo cierto es que esa velocidad será posible pronto, sin tener que esperar al verdadero 5G, cuando las redes móviles sean capaces de alcanzar la velocidad que ofrece el módem X20 que Qualcomm anunció recientemente.
Casi a diario recibimos noticias sobre operadores o fabricantes de dispositivos hablando del 5G, pero lo cierto es que todo lo que puedan decir lo tenemos que coger con pinzas. Y es aunque ya se están empezando a anunciar despliegues de redes 5G, lo cierto es que el estado actual de la siguiente generación de redes móviles todavía es inmaduro. De hecho, el estándar no estará definido hasta finales de 2018.
Los distintos implicados en el desarrollo de redes móviles se afanan por llevar la bandera del 5G. En los últimos Mobile World Congress nos han demostrado desde cómo es posible que un humanoide replique los movimientos de una persona al instante, volar entre las montañas de Suecia mediante un vídeo grabado en 360 grados o manejar un coche a distancia, sin que ello suponga que nuestras órdenes lleguen con retraso.
Esos usos, y otros muchos que todavía ni se han desarrollado, del futuro 5G serán posibles gracias a uno de los grandes consensos de la industria, que es reducir la latencia con creces respecto al 4G, llevándola hasta alrededor de un solo milisegundo. La velocidad de transmisión también sufrirá un importante avance, habiendo pruebas que la llevan incluso a 1 Tbps de bajada. Pero lo cierto es que antes de todo ello, todavía queda mucho trabajo por hacer.
Éste es mi 5G y es el mejor
Primero llegaron las pruebas y experimentos de las marcas por solitario, como las de Nokia y Huawei, y luego se empezaron a formar alianzas, como la forjada entre Intel, Ericsson, Nokia y un buen número de operadores de distintos países. Y es que uno de los puntos más importantes para coger la cabecera en el asunto del 5G, es conseguir que la idea de que uno tiene se imponga, y para ello demostrar las ventajas de esa idea es el punto clave.
Y es que clave serán también las frecuencias elegidas para ofrecer el 5G. En las pruebas que hemos visto habitualmente se usaban bandas muy altas, por encima de los 20 GHz. La razón es tan simple como que en las frecuencias tan altas hay más espacio libre para emitir, y con más ancho de banda disponible se podrá ofrecer una mayor velocidad, aunque también será necesario plantar más antenas por su menor alcance.
Pero parece que también habrá hueco, aunque de manera limitada, para el 5G en bandas más bajas. En Europa se están empezando a subastar huecos para poder usar los 700 MHz, mientras que en Estados Unidos ya han subastado los 600 MHz. Además, parece que los operadores también podrán contar en los próximos años con una banda intermedia, la de los 3,3-3,8 GHz.
¿Sólo para nuestros smartphones?
Más allá de quién quiera liderar el desarrollo del 5G y las bandas que se usen, tenemos que ser conscientes de que el 5G se ha creado para ir un paso más allá en la conectividad global. Además del exponencial crecimiento del consumo de datos proveniente de distintos dispositivos móviles, el reto con el 5G es dar servicio a todos esos objetos que hasta ahora vivían desconectados de internet.
Como nos cuenta Gordon Mansfield, Vicepresidente y portavoz de AT&T «el 5G no es solo para el teléfono. Tendrá la capacidad de conectarlo todo, desde nuestros coches, neveras, relojes… Y por supuesto, nuestros teléfonos.» Respecto al uso del 5G en smartphones, además de proporcionarnos una mayor velocidad también veremos como se abren nuevas posibilidades o usos. Mansfield cree que «podremos ver como pasamos de las videollamadas de ahora a las llamadas en 3D incluso.»
Ahora, aunque el 5G no será exclusivo de los smartphones, Laurent Fournier Director de Estrategia Tecnológica de Qualcomm, remarca su importancia en ese tipo de dispositivos: «Vemos el 5G llegando masivamente a los smartphones, es donde está el negocio principal, en los smartphones está el principal consumo de datos.»
Pero Fournier insiste en la importancia de las bandas: «El espectro va a ser esencial, porque el crecimiento en el consumo está siendo espectacular y necesitamos más espectro para satisfacer las necesidades de todos los usuarios. Además la disponibilidad de la banda de los 700 MHz será crucial, sobre todo porque es en las bandas bajas donde podemos conseguir las latencias que pretendemos alcanzar con el 5G.»
El estándar, para finales de 2018
Ante esa mezcla de frecuencias propuestas desde distintos puntos del mundo, desde la GSMA (asociación que aglutina a un gran número de operadores del mundo) ya han pedido que la industria llegue a un consenso sobre las bandas a usar, para que en todos los países, en la medida de lo posible, se usen las mismas y que los fabricantes de dispositivos no se tengan que preocupar de hacer distintas versiones de los smartphones y otros aparatos según la región, ahorrando también un problema a los usuarios.
La tarea de poner orden y que el 5G tenga un estándar corre a cargo de la 3GPP, una colaboración de asociaciones de la industria de Estados Unidos, Europa y Asia que se encarga de la estandarización de las comunicaciones móviles desde la llegada del 3G. Es este grupo de trabajo el que definió el 4G o LTE (release o versión 8), sus distintas evoluciones y el que se encuentra ahora mismo trabajando a pleno rendimiento para que en la segunda mitad de 2018 el estándar del 5G (release 15) sea una realidad.
Entonces, ¿cuándo podré usar el 5G?
Vamos a lo que importa, cuándo podremos empezar a disfrutar de las bondades del 5G de manera real, en plena calle. Lo primero es que el el estándar esté definido, para que tanto fabricantes de dispositivos y componentes como operadores de red puedan ponerse a hacer su trabajo, por un lado de fabricación de los módems y por otro de despliegues de red. Por tanto, esos trabajos no empezarán hasta finales de 2018 o principios de 2019, aunque quienes tengan pruebas ya realizadas cercanas al estándar final lo tendrán más fácil.
Teniendo en cuenta que Qualcomm ya tiene un módem «preparado» para el 5G y que los operadores americanos ya se han enzarzado en una pelea por ser los primeros en desplegar redes 5G, lo más probable es que los primeros teléfonos y redes adaptados al nuevo estándar estén disponibles para finales de 2019. Igualmente, la expansión seria, que requerirá de fuertes inversiones en despliegue y adquisición de espectro por parte los operadores, no empezará hasta 2020.
Ahora, no perdamos de vista que el 5G no será solo para nuestros móviles. Sí, nos permitirá contar con velocidades de vértigo pero su mayor ventaja frente al 4G y que le acerca a las conexiones fijas es la reducción de la latencia que le acompañará. Ese punto será el que abra mil y unas posibilidades de uso, siempre y que la cobertura llegue a todos los rincones.
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por
Mikel Cid
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