Los extranjeros tienen la mitad de la deuda pública española
La deuda que emite el Estado español para financiar el déficit público tiene sus propios mecenas. Los inversores extranjeros, los bancos españoles y el propio Banco de España son los principales valedores del agujero histórico de las cuentas públicas españolas. Las empresas apenas disponen del 1,3% de la deuda pública española.
Los inversores extranjeros, principalmente los denominados institucionales (fondos de inversión y de pensiones) son los principales compradores de la deuda que emite todos los años el Estado español para financiar el déficit público. Los inversores no residentes cuentan en sus carteras nada menos que con el casi el 45% de la deuda pública.
España cuenta con un endeudamiento fabuloso. Al cierre del primer trimestre del año se sitúa en los 843.266 millones de euros. Son las letras del Tesoro y los bonos y las obligaciones del Estado emitidos durante los últimos cuarenta años para financiar el déficit español.
Si a esta cifra se le suma la deuda de las comunidades autónomas y la de los ayuntamientos, el dato supera el billón de euros y representa esa cantidad que supera el 100% del producto interior bruto (PIB), lo que produce la economía cada año.
La confianza de los inversores extranjeros, que se materializa en la tenencia de 378.083 millones de euros de títulos del Estado, supone un espaldarazo para la credibilidad de España en cuanto a expectativa de capacidad de pago en el momento en que se produzca el vencimiento de los títulos.
Esta confianza de los llamados inversores no residentes no ha sido siempre la misma. Cuando se produjo la crisis de finales de 1992, los extranjeros fueron reduciendo sus posiciones en deuda española hasta la mitad de esta cifra.
Los bancos españoles son el segundo financiador del déficit de España, con 183.121 millones de euros, lo que supone el 21,72% de la deuda en circulación. El tercer inversor es el propio Banco de España, que cuenta con 156.148 millones de euros, el 18,54% de los títulos emitidos por el Estado español a lo largo de los años y que se encuentran en vigor.
La cartera de deuda española en poder del Banco de España es temporal y por delegación del Banco Central Europeo (BCE). Obedece a la política del supervisor europeo de compra de deuda de los diferentes estados europeos con el objetivo de proporcionar fondos a los bancos, para que estos incrementen sus préstamos de dinero a empresas y familias.
El resto de inversores de deuda española tienen posiciones más discretas en activos públicos españoles. Son las aseguradoras, con 62.486 millones de euros (7,41%), los fondos de pensiones, con 10.592 millones (1,26%), los fondos de inversión, con 20.281 millones (2,41%), las empresas, con 10.985 millones (1,30%) y las administraciones públicas, con 18.604 millones (2,21%).